La ayuda humanitaria para los palestinos desplazados en Gaza se transformó en un reclamo global y en la principal causa de desprestigio internacional de Israel. El ataque terrorista de Hamas pasó a un segundo plano ante las muertes por hambruna que se registran todos los días en la Franja.

Ese ataque del 7 de octubre de 2023 causó la guerra y la hambruna, pero Benjamín Netanyahu diseñó una estrategia militar que colocó a Israel en una compleja situación geopolítica. Jerusalén quedó aislada y acechada, en medio de una creciente ola de antisemitismo en los principales capitales del planeta.

Hamas sabía que Israel atacaría Gaza después del 7 de octubre, y poco le importó la población civil. Hay millones de palestinos desplazados y muertos por una guerra en Medio Oriente que inició la organización terrorista financiada por Irán.

Sin embargo, ante la crisis humanitaria en la Franja, Israel paga su precio político. Mientras 50 rehenes aún permanecen cautivos por Hamas en los túneles oscuros de Gaza. Un crimen de guerra que permanece impune.

Es indispensable que la ayuda humanitaria se distribuya sin condicionamientos, que los secuestrados regresen cuanto antes y que Hamas sea derrotado en Gaza.

Le toca mover a Donald Trump.