Luis Caputo decidió subir las tasas que pagan los bancos por los depósitos para aplacar la demanda de dólares y mantener frenada a la inflación. Una medida coyuntural a pocas semanas de los comicios, adonde la estrategia electoral del oficialismo se apoya en la estabilidad del plan económico.

La táctica de Caputo afecta al crédito, que es fundamental para el crecimiento económico. Los prestamos ya tienen tasas muy altas, y la recesión será una consecuencia lógica hacia adelante.

Cuando las elecciones terminen, Caputo deberá bajar las tasas para recuperar la dinámica económica. Y al bajar las tasas, los pesos en el mercado se irán al dólar, que es el refugio de la clase media.

En la Argentina, la historia siempre es circular.