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Cristina al ataque

Cristina al ataque

Notas

Cristina sabe que no hay indicios de la participación de Santiago Maldonado en el corte de la ruta 40 que fue reprimido por la Gendarmería Nacional. Ese hecho ocurrió el primero de agosto, y hasta ahora sirve para ejecutar una campaña de acción psicológica que apunta a dos objetivos políticos: desgastar al gobierno de Mauricio Macri y empujar la carrera de CFK, que sueña con volver al poder en 2019. El kirchnerismo puro está detrás del Caso Maldonado y usará todos los recursos a su alcance para ejecutar sus planes de coyuntura. Desde una mentira sembrada en un canal de cable a una movilización que terminó en batalla campal.

Marcha por Santiago Maldonado Foto Juano Tesone Disturbios con grupos anarquistas

Frente a la ausencia de indicios que prueben la presencia de Maldonado durante la represión de la Gendarmería, una hipótesis basada en un hecho policial empieza a crecer en la causa que investiga la justicia federal. Se trata del asalto que hicieron cuatro presuntos mapuches contra un puesto de la estancia Benetton que está cerca de Esquel. Eso ocurrió el 21 de julio, y el puestero ya se presentó ante los tribunales para contar su versión de los hechos. En las cercanías del puesto se encontraron tres rastros de sangre: uno del puestero, las otras dos «son masculinos» y aún sin identificar.

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Las muestras de adn que tomó la justicia penal de Chubut ya fueron giradas a la justicia federal que investiga el Caso Maldonado. Y nadie descarta que una de esas muestras pertenezcan al artesano desaparecido. Es una presunción y debe ser asumida en este contexto. Sin embargo, CFK, sus aliados y su maquinaria mediática y de redes sociales opacan esta posibilidad, y sólo proponen como alternativa la represión de la gendarmería y la desaparición forzada de Maldonado.

No hay evidencias en el expediente que prueben que Santiago estuvo el primero de agosto en el corte de la ruta 40. Sólo hay un relato sostenido por Cristina, ciertos organismos de Derechos Humanos y un aparato político que busca su razón de ser frente a la presidencia de Mauricio Macri. Se sabe que en cualquier guerra –militar o política–, la primera víctima es la verdad.