Javier Milei fue derrotado por Axel KIcillof y el peronismo por su decisión de apostar al ajuste económico y derivar las decisiones electorales en manos de operadores políticos que niegan el diálogo como herramienta natural para construir poder en la democracia.

A su vez, Milei sufrió el impacto de una fuerte denuncia de corrupción que involucra a su hermana Karina Milei -secretaria General de la Presidencia- y a dos obvios representantes de la familia Menem. El jefe de Estado quedó paralizado cuando su ex amigo Diego Spagnuolo describió una trama de sobreprecios en fármacos que se distribuyen a los jubilados y pensionados.

La derrota electoral fue tan inesperada en su porcentaje que Kicillof ya sueña con la carrera presidencial, pese a la resistencia de Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora. Milei que llegó para enterrar a La Casta, y ahora le permite al peronismo especular con un posible retorno a la Casa Rosada.

El Presidente podría aprender de la experiencia que dejó Mauricio Macri: cumpliendo las recetas del FMI no se logra la reelección.