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Supervivencia

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Notas

Todos los días, Alberto Fernández juega al balance de poder en la coalición Frente de Todos. Y en este contexto, por pedido de los gobernadores, habilitó el tratamiento legislativo de la suspensión de las PASO durante las sesiones extraordinarias.

La excusa es el COVID-19 y la crisis económica. Dos argumentos tangibles que ocultan una verdad irrefutable: la Cámpora avanza en las provincias y las PASO son un recurso poderoso para iniciar la agonía política de ciertos gobernadores.

En su rol de equilibrista presidencial, Alberto Fernández fue explícito con las partes en pugna. Las PASO sólo serán suspendidas en el Congreso Nacional si hay un acuerdo político con toda la oposición. El jefe de Estado argumentó que no tiene sentido sancionar una ley que luego puedan soslayar la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba, por ejemplo.

Entonces, los gobernadores deben lograr los acuerdos con sus colegas de toda la oposición (partidos provinciales y Juntos por el Cambio) para lograr la suspensión de las PASO. Y si no lo hacen, habrá sido su propio fracaso político.

La Cámpora, con Máximo Kirchner al frente, moverá a favor cuando no haya más alternativa.