Vladimir Putin rompió su aislamiento internacional por la decisión política de Donald Trump, que sueña con el premio Nobel de la Paz. Trump y Putin consideran que Ucrania debe ceder cinco regiones del Dombas para acordar un armisticio con Moscú, una exigencia territorial que rechaza Volodimir Zelenski y sus socios de Europa.
La Cumbre de Alaska sirvió para acelerar las negociaciones entre Putin y Zelenski, pero las diferencias entre ambos enemigos implican que el proceso diplomático hacia un acuerdo será largo y complejo. Rusia quiere expandirse sobre Ucrania, que necesita el apoyo de la Casa Blanca y la OTAN para evitar que el Kremlin insista con su lógica geopolítica.
Putin logró un triunfo personal en Anchorage: fue aplaudido por Trump, mientras continuaba con los ataques sobre Ucrania. Ahora le toca mover a Europa, que desconfía del presidente de Estados Unidos y defiende a Zelenski en causa propia.