Israel e Irán protagonizaron una batalla aérea con el papel decisivo de Estados Unidos. Por primera vez, Irán sufrió una derrota militar y se condicionó su proyecto atómico. Pero el regimen chiita logró proteger sus 400 kilos de uranio enriquecido, y es muy probable que haya un nuevo conflicto entre Jerusalén y Teherán.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, considera fundamental que Irán no tenga un arsenal nuclear, y no quedó satisfecho con los resultados de la Guerra de Doce Días.
Ali Khamenei, líder religioso iraní, asume que la continuidad de la iniciativa atómica protegerá su poder interno. Y en este contexto, no descarta una futura guerra con Israel, que siempre tendrá como aliado a la Casa Blanca.
Medio Oriente será escenario de sucesivos conflictos entre Jerusalén, Irán y sus proxies terroristas.
No se trata solo de la bomba atómica: es la religión que divide más que las fronteras. Es el Dogma en perpetuo enfrentamiento con la Paz secular.