Durante una peculiar conferencia de prensa que ofreció a cinco medios internacionales y a una web local, Cristina Fernández hizo un análisis lineal sobre la actual realidad política y defendió sus ocho años de mandato. En sus larguísimas respuestas, CFK cuestionó a Mauricio Macri, defendió a Dilma Rousseff, se despegó de José López, consideró que MIlagros Sala es una detenida política y reconoció que podría ir presa por los casos de corrupción que enfrenta en Comodoro Py.

La expresidente también analizó la agenda internacional. En este contexto, defendió al dictador Muamar Gadafi, se equivocó cuando mencionó al embajador de Estados Unidos asesinado en Benghazi  (dijo Stevenson y es Christopher Stevens), rescató su alianza económica con China y Rusia, y recordó con nostalgia a Hugo Chávez.

«No está mal tener plata», opinó casi al concluir la ronda de prensa, que se caracterizó por la ausencia de repreguntas y por su habitual ironía para referirse a los medios de comunicación y a los empresarios argentinos que enfrentó desde la Casa Rosada.

Y finalizó defendiendo la honestidad patrimonial de sus hijos Máximo y Florencia, y criticando la suba del queso fresco en los comercios de la Patagonia.

La conferencia con las cadenas Al Jazeera y Telesur, las agencias de noticias Reuters y Sputnik y el sitio web Nodal, fue realizado hace unos días en su casa de Calafate. Cristina está allí preparando su defensa legal, hasta que termine la feria judicial de invierno. A partir de agosto deberá concurrir a los tribunales federales para explicar su extraordinario crecimiento patrimonial, tras haber realizado múltiples operaciones financieras, depósitos bancarios y contratos de alquiler de sus hoteles y terrenos con Lázaro Báez y Cristóbal López.

El encuentro de los seis periodistas con CFK fue coordinado por Oscar Parrilli, ex secretario de inteligencia, ahora acusado de encubrir a Ibar Pérez Corradi, presunto autor ideológico del Triple Crimen de General Rodríguez. Acorde a los comentarios de la periodista Teresa Bo –primera a la izquierda, en la foto–, Cristina estaba de buen humor y «enojada por los embargos» que le impusieron los jueces Claudio Bonadio y Julián Ercolini.  Otro de los periodistas que participó del encuentro, Pedro Brieger -segundo, desde la derecha–, denunció que su sitio web Nodal fue hackeado ayer cuando subió la nota con la expresidente.

Si se lo hackearon, una pena. El reportaje es imperdible.