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Macron mete el perro al Mercosur

Macron mete el perro al Mercosur

Notas

Emmanuel Macron recibió a Mauricio Macri en el Palacio Elíseo y prometió que apoyaría el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Macri llegó a París con muchísima desconfianza, pero creyó en el ajustado discurso multilateral de su colega francés. Macron lo miró a los ojos y le dijo sin vueltas que haría lo necesario para que ambos bloques regionales cierren un acuerdo que sería histórico e inédito para la historia contemporánea de Occidente.

Macri creyó en el discurso de Macron y ordenó a la Cancillería y a la Secretaría de Comercio que avanzara a tambor batiente para lograr un acuerdo económico que satisfaga los intereses de los socios del Mercosur y la Unión Europea. El Presidente no tenía inconvenientes en sacrificar las cuotas de carne de la Argentina, si ello contribuía a apuntalar la posibilidad de un anuncio político durante la próxima cumbre del Mercosur en Paraguay. Pero las señales que llegaban de Francia no coincidían con las palabras expresadas por Macron durante su reunión a puertas cerradas en el Elíseo. A lo que había que sumar las propias tensiones internas en el bloque Mercosur: Brasil se mostraba displicente y Uruguay exigía más de la cuenta.

Cerca de 30.000 productores franceses expresaron su rechazo al acuerdo Mercosur-Unión Europea

Macron sostiene en público y en privado que está de acuerdo con el libre comercio. Y por eso está de acuerdo con un posible acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Pero Macron no tiene aparato político, depende del voto de los agricultores franceses y sueña con suceder a Ángela Merkel como líder de Europa. Entonces, entre su promesa a Macri y sus deseos de ser un referente mundial, Macron siempre jugará al lado de sus votantes y sus ambiciones de poder.

Hace unas horas, Nicolás Hulot –ministro de Ecología de Francia– aseguró al Journal du Dimanche lo siguiente: «En l’état, ce traité n’est pas acceptable. Il serait trop préjudiciable, notamment pour nos agriculteurs et la France a des lignes rouges très claire». Es decir: «en este estado, este tratado no es aceptable. Será muy perjudicial, especialmente para nuestros agricultores, y Francia tiene las líneas rojas muy claras», afirmó Hulot en obvia referencia al acuerdo que discute el Mercosur con la Unión Europea.

La negociación va contra reloj. Hay elecciones en Paraguay y Brasil, y la actual sintonía en el Mercosur puede terminar cuando juren los nuevos presidentes en Asunción y Brasilia. Por eso Macri se apura y habla de una ventana de oportunidad. Si el anuncio de acuerdo político no se formaliza en la Cumbre del Mercosur que organiza Paraguay, todo puede quedar reducido al concepto de fracaso diplomático.

Una posibilidad que todavía se rechaza en el Palacio Elíseo y en la Casa Rosada.