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Simulación

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Notas

La presión de los mercados y las internas palaciegas forzaron un cónclave en Olivos que protagonizaron Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa. En ese encuentro reservado, los tres acordaron una tregua política para evitar un posible naufragio institucional. Esa paz transitoria debería servir para tranquilizar los mercados y enderezar al gobierno, que tiene mínimo respaldo en la opinión pública.

Ese plan exhibe una falla estructural: Alberto Fernández y CFK se detestan mutuamente, y Massa no tiene poder suficiente para encapsular este enfrentamiento personal e imponer una agenda que permita al Frente de Todos sobrevivir a las internas palaciegas.

La opinión pública, la cotización del dólar, la inflación y una ministra de Economía cuasi desconocida ponen en jaque la tregua simulada por los socios más importantes de la coalición de gobierno. Silvina Batakis, tres días después de asumir, aún no tiene gabinete y menos aún medidas para anunciar.

La vicepresidente puso al presidente en un pantano político. Se comió a sus funcionarios de confianza -Marcela Losardo, Juan Pablo Biondi, Matías Kulfas y Martín Guzmán-, y ahora busca condicionar todas y cada una de sus decisiones institucionales.

Una táctica de poder sostenida por La Cámpora, el Instituto Patria y la mayoría de los intendentes del conurbano. Un método de gobierno robusto como un castillo de naipes.