El Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó en un informe técnico de 392 páginas que Mauricio Macri desaprovechó los 44.000 millones de dólares que le prestó a través de un crédito Stand-By. Macri llegó hasta el FMI alegando que la sequía en la Argentina y una profunda crisis en los mercados internacionales ponía en riesgo al país, y Donald Trump no dudó en ordenar a Christine Lagarde -por entonces directora gerente del Fondo- que rescatará a la administración de Cambiemos.

Macri ejecutó un plan de ajuste formidable que implicó más pobreza y desocupación, y con los 44.000 millones de dólares enviados desde Washington habilitó una extensa temporada de bicicleta financiera y fuga de capitales. Cuando el Stand-By se agotó, Cristina Fernández de Kirchner llegó al Gobierno acompañada por Alberto Fernández.

«Yo solo cumplí con mi deber», comentó Macri cuando le preguntaron sobre las conclusiones del informe técnico del FMI.

Lagarde, actual titular del Banco Central Europeo, optó por callar.

El Presidente del Frente de Todos cree que las conclusiones del informe han fortalecido su estrategia de negociación ante el staff y el board del Fondo. Alberto Fernández comete un error que puede costar carísimo: la autocrítica del FMI no implica acordar una refinanciación de la deuda sin ajuste económico.

En DC exigen que Argentina pague con un programa sustentable. Y eso implica un ajuste, aunque esté matizado por las consecuencias sociales de la pandemia y COVID-19.

Si hay acuerdo, recién será en febrero.