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París, Caracas

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Notas

Mauricio Macri llegó al Palacio Elíseo asumiendo que convencía a Emmanuel Macron sobre la importancia del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, a pesar del peso específico de los productores agropecuarios en la política doméstica de Francia. Macron hizo justicia con la tradición diplomática gala: trató muy bien a su invitado, prometió profundizar las relaciones bilaterales y puso en manos de la burocracia de Bruselas su estrategia de no mover un sólo centímetro la posición sobre los volúmenes de carne que podrían ingresar desde el Mercosur. Macri entendió el movimiento de Macron y decidió aceptar su fait accompli para no regresar a Buenos Aires con las manos vacías.

French President Emmanuel Macron speaks with his Argentinean counterpart Mauricio Macri during a meeting at the Elysee Palace in Paris on January 26, 2018. / AFP PHOTO / POOL / ludovic MARIN
Macron y Macri en el Palacio Elíseo. Buena sintonía personal que no alcanzó para anunciar el acuerdo político entre la UE y el Mercosur. 

El olfato de Macri para entender qué estaba sucediendo con su encuentro con Macron, pone al descubierto cierto voluntarismo de la Cancillería y la Casa Rosada sobre la agenda exterior del Presidente. A Macri le faltó información para llegar al cónclave con Macron, porque en Davos aseguraba que volvía a la Argentina con la aprobación de su colega francés. El Presidente estaba confiado cuando analizó este asunto con empresarios argentinos que viajaron al Foro Económico Mundial, y su sonrisa se congeló durante los cuarenta minutos que trató con Macron el acuerdo bilateral. A Macri no le explicaron con certeza que su anfitrión no iba a rendir la plaza ante la mirada vigilante de sus votantes más fieles.

Vacas francesas, un activo que Macron no piensa sacrificar por el Mercosur.
Vacas francesas, un activo político que Macron no piensa sacrificar por el Mercosur. 

La excesiva confianza que Macri exhibió en la previa de su reunión de Macron, se repite como una constante en su agenda para lograr una transición democrática en Venezuela. El Presidente tiene razón respecto a la crisis que protagoniza el régimen liderado por Nicolás Maduro, pero no calcula los daños que comete si fuerza su posición cada vez que viaja al exterior. Macri hizo referencia a Venezuela con Vladimir Putin y Macron, y mencionó el complejo asunto internacional durante la conferencia de prensa que concedió en Davos. No se trata de bajar la presión contra el populismo de Maduro, simplemente es necesario administrar la vehemencia para que no se fortalezca la posición más dura del Ejército Bolivariano que avanza sin obstáculos sobre la oposición al modelo de poder diseñado por Hugo Chavez.

Nicolás Maduro, el  simple heredero de Hugo Chávez.
Nicolás Maduro, el simple heredero de Hugo Chávez.

La política exterior es una disciplina que se basa en información, cálculo y una estrategia definida. Macri propone la reinserción de Argentina en el mundo, y empuja este sueño sin evaluar todas las variables que juegan en las relaciones exteriores. El Presidente debe aprender que afuera de la Argentina siempre prevalecerán las sonrisas, si está de gira para ofrecer negocios a los capitales globales. Y esas sonrisas no significan una inserción automática o la llegada de inversiones productivas. La política exterior es una construcción a larguísimo plazo y sus resultados exceden cuatro años de mandato. Pese a los gestos de Donald Trump, Ángela Merke, Xi Jinping o Macron. Ellos también hacen su trabajo.