Patricia Bullrich disputa con Sergio Massa la posibilidad de entrar en el balotaje, que tiene como número puesto a Javier Milei. La candidata de Juntos por el Cambio enfrenta la apatía de su propia coalición política y el despliegue incansable de Massa, que utiliza su posición de ministro de Economía y la voracidad del aparato peronista para llegar a la segunda vuelta.
Massa lidia con la inflación, la pobreza y los resultados económicos y sociales del gobierno que comparten Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Esta coyuntura debería mejorar las chances electorales de Bullrich, que rema casi en soledad ante un ministro de Economía que ocupa el centro de la atención mediática.
La candidata de Juntos por el Cambio tiene fotos con todos los referentes de su coalición -desde Mauricio Macri hasta Horacio Rodríguez Larreta-, pero el aparato no se mueve al compás de la adrenalina política que despliega Bullrich en cada uno de sus movimientos electorales. La anomia opositora responde a cálculos políticos, depresión post paso, y a un estilo de conducción de la candidata que dejó heridos en el camino.
Sin embargo, la matemática electoral aún juega a favor de Bullrich: Unión por la Patria fue derrotado en las Paso -por Milei y por el tándem Rodriguez Larreta-Bullrich-, y ese realidad política es difícil de modificar a fuerza de anuncios y discursos apoyados por Alberto Fernández y CFK.
Mientras tanto, el candidato Milei sigue arriba de la ola y cree que asumirá como presidente tras derrotar a Massa en la segunda vuelta.