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Eslabón suelto

Eslabón suelto

Notas

El caso Martín Insaurralde afecta la campaña electoral de Sergio Massa y Axel Kicillof, ratifica la lógica familiar que aplican Cristina Kirchner y Máximo Kirchner para tomar decisiones de poder y desnuda los niveles de corrupción que se esconden detrás de Unión por la Patria.

No hay una sola manera que permita a Insaurralde evitar una condena por corrupción pública y lavado de dinero. Y el exjefe de Gabinete de KIcillof puede transformarse en un eslabón suelto de la maquinaria oscura que permitió financiar ilegalmente a Unión por la Patria (Todos por la Patria) y transformar en millonarios a intendentes, legisladores provinciales y punteros que se beneficiaron con los fondos oscuros que aportaba el alfil peronista que se hundió en Marbella.

Insaurralde era una pieza efectiva en la recolección de plata negra que aceitaba la coalición oficialista en la Provincia de Buenos Aires. CFK y Máximo Kirchner no podrían alegar ignorancia: conocen al exintendente de Lomas de Zamora desde hace años y sabían que detentaba un nivel de vida por encima de sus posibilidades.

Si Insaurralde opta por arrepentirse -en un proceso penal que se ejecutará en Argentina y tendrá ramificaciones en Uruguay-, la trama de corrupción golpeará a todo el aparato peronista del conurbano bonaerense. Y puede dejar al desnudo una trama de corrupción vinculada al juego, el trafico de estupefacientes, la falsificación de marcas y el lavado de dinero.

Las cartas están echadas.