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Sacrificar a la Reina

Sacrificar a la Reina

Notas

Leandro Báez pateó el tablero judicial con una movida que implica apuntar la investigación sobre Cristina Fernández, Julio de Vido y Ricardo Echegaray, entre otros funcionarios rutilantes que manejaron la administración pública hasta el 10 de diciembre de 2015. Báez se autoincriminó para mitigar una probable condena de prisión contra su padre Lázaro, que el clan Kirchner dejó sólo tras las rejas. El hijo de Báez conoce cómo fue la supuesta operación montada por Néstor Kirchner, puede probar cómo siguió la secuencia con CFK y qué responsabilidad tuvieron De Vido y Echegaray como presuntos partícipes necesarios de un desfalco histórico al Estado Nacional. Leandro Báez movió para evitar que toda su familia caiga en un sainete penal que ejecuta Sebastián Casanello, un juez acusado de beneficiar a Cristina y sospechado de oscuros vínculos con Máximo Kirchner y La Cámpora.

Casanello ha dicho en privado y en público que no tiene nada contra la expresidente, mientras se prepara a cocinar a Lázaro y Martín Báez, que se beneficiaron con la obra pública que le asignaban Néstor y Cristina. Su Señoría pretendió limitar el expediente al segundo nivel de la supuesta organización delictiva, a la vez que tergiversaba ciertos conceptos básicos del derecho para bloquear que la pesquisa rozara a CFK y sus ex ministros.

Leandro Báez siempre sospechó de Casanello y decidió hacer una consulta profesional a dos abogados que no pertenecen a la órbita del kirchnerismo residual. La respuesta fue simple y obvia: Su Señoría comete prevaricato –le explicaron– porque no avanza sobre Cristina y quiere que las condenas terminen al nivel de la familia Báez. Con esta información, Leandro Báez recusó a Casanello, aunque ello significara su propia implicación en la causa. Prefiere unos meses de prisión, a que CFK y su entorno queden en libertad.

Ahora, la Cámara Federal debe decidir. Y los caminos son alternativos: aparta a Casanello, o lo confirma en el expediente. Si hay lógica en Comodoro Py, la Cámara debería apartar a Casanello. Leandro Báez está dispuesto a contar lo que sabe, Martín Báez está dispuesto a contar lo que sabe y Lázaro Báez está dispuesto a contar lo que sabe, si se le garantiza la vida y una sentencia justa.

Casanello por la información que ya circula en los tribunales federales, no puede garantizar una sentencia justa. Y se ha pedido su juicio político al Consejo de la Magistratura. No es la primera vez que un grupo de peones se comen a un alfil, un caballo y hasta la reina.

La clave del juego es evitar un jaque mate,